LA ROMA DEL CESAR CLOS
Dedicado al vecindario del Barrio de Santa Catalina, por su oposición durante años a que el AYUNTAMIENTO DE BARCELONA destruya el barrio en nombre del rigor, la arquitectura el esponjamiento y el progreso.

  • EL MIEDO está desapareciendo del Barrio de Santa Catálina
    como los fantasmas de tiempos pasados
    en los porches de las iglesias cercanas solo algunas
    mujerucas mendigan el pan de acá para allá.
    Recuerdo todavía, aquellos primeros días de enfrentamiento
    a las descerebradas actuaciones del ayuntamiento,
    aquellos timoratos comienzos de lucha
    cuando la corte del consistorio de Barcelona,
    defensora de la mentira por decreto, era poderosa y fuerte.
    El miedo penetraba en los lugares más recónditos del barrio,
    deslizandose como las sombras,
    señalando con su dedo vejatorio
    a todo aquel que se oponía
    a sus derribos sin sentido,
    para intentar someterle,
    Diciendonos, cuando debiamos ser cómplices de sus derribos,
    nos enseño a gritar,
    y a permanecer en silencio
    cuando nos pedía corear,
    con el ! beeé- beeé ! de los corderos,
    las descarriadas soflamas del alcalde.
    Hoy día, todo eso nos parece lejano.
    Es más, hoy todavía recordarlo nos parece extraño.
    El miedo secreto a una denúncia anónima a PROCIVESA(*)
    El miedo secreto a una llamada a la puerta de sus policias municipales,
    el miedo a hablar con aquellos que nos querian ayudar,
    el miedo a hablar abiertamente con nuestros vecinos de escalera y infortunio,
    el miedo, inexplicable incluso, a quedarnos solos y en silenció,
    tras una manifestación frente al Ayuntamiento de Barcelona.
    No teniamos miedo a ir trabajar, muy de mañana, bajo la tormenta,
    moviendonos entre los barrizales originados por los derribos.
    O tener que patear el barrio
    acosado por los carros de destrucción masiva municipales.
    Pero a veces teniamos un miedo terrible
    a hablar con nosotros mismos.
    No fuimos destruidos ni corrompidos
    y es por eso, por lo que hoy en día este barrio
    comienza a desligarse de sus propios miedos,
    inspirando con ello más miedo a sus enemigos.
    Veo nuevos miedos resurgiendo:
    el miedo a no ser leal a lo que se inició,
    el miedo a descalificar sin ambages
    ideas o propuestas que son puras "gilipolleces" (perdoneseme la ligereza).
    el miedo a bromear abiertamente de las terribles actuaciones de los verdugos artífices de este destrozo histórico,
    el miedo a defender sin ambagues aquello en lo que creemos, aunque sea solo como cotorras utilizando palabras de otros,
    el miedo por inseguridad a que algunos payasos municipales
    se puedan sentir ofendidos por decirles abiertamente
    que lo son,
  • el miedo a una nueva aberración destructivo especulativa en el barrio la implantación de un hotel frente al Palau,
    y el miedo a no confiar demasiado en nosotros mismos.
    Los miedos están desapareciendo lentamente del arrasado
    Barrio de Santa Catalina,
    y mientras escribo estas lineas, a veces inintencionadamente
    deprisa,
    escribo perseguido por un simple miedo:
    el de no ser capaz de escribir con toda mi fuerza
    lo que pienso de esa piara servil, la chusma de arquitectos municipales,
    cómplices activos de la destrucción del barrio,
    y de eso payasos, metidos a políticos,
    que autoarrogan rigor a su ignorancia,
    y de ese alcalde de amigable sonrisa almibarada,
    que confunde el haber sido elegido democraticamente
    con la legalidad de su prepotencia fascista.
    miseria con la que nos toca convivir y que ha destrozado mi barrio,
    EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE BARCELONA.
    (*) PROCIVESA.Empresa de gestión del Ayuntamiento de Barcelona para legalizar de manera !¿ humana?! sus desmanes especulativos en el barrio de Santa Catalina.






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